Encontrar una computadora de escritorio usadas puede ser una excelente forma de conseguir rendimiento a un precio más bajo. Con un poco de ojo crítico, podés elegir equipos que te sirvan para tus tareas diarias y hasta para gaming ligero.
Qué considerar antes de comprar una computadora de escritorio usadas
- Estado general y limpieza del equipo
- Especificaciones clave: CPU, RAM, disco y GPU
- Pruebas de rendimiento: iniciar y abrir apps, y tests simples
- Estado de la fuente de alimentación y ventilación
- Tipo de almacenamiento: HDD o SSD; considerar reemplazo si hace falta
- Conectividad: puertos USB, HDMI/DisplayPort y red
- Garantía y política de devolución
- Opciones de upgrade futuras como aumentar RAM o cambiar disco
Ventajas y desventajas
- Ventajas: precio accesible, modelos actuales disponibles y posibilidad de mejoras graduadas
- Desventajas: desgaste previo, menor vida útil restante y costos de mantenimiento potenciales
Uso recomendado
Una computadora de escritorio usadas funciona para tareas de oficina, navegación, suites de productividad y edición básica de fotos o videos. Con una GPU decente, puede rendir para gaming ligero o títulos menos exigentes. Si vas por trabajos pesados, buscá un equipo con CPU potente, al menos 8 GB de RAM y un SSD para un rendimiento fluido.
Consejos prácticos para comprar
- Preferí vendedores con garantía y pruebas previas de rendimiento
- Solicitá información detallada sobre el modelo exacto y los componentes
- Compará precios y tené en cuenta los costos de actualizaciones
- Asegurate de contar con una política de devolución clara
Con estos consejos vas a poder encontrar una computadora de escritorio usadas que se adapte a tu presupuesto y necesidades. Si tenés dudas, buscá modelos con buena reputación y opciones de devolución rápida.