El líquido freno bici es un componente esencial para el sistema de frenos hidráulicos de tu bicicleta. Este fluido transmite la fuerza que ejercés al apretar la manija para que las pastillas presionen el disco y detengan la bici.
¿Por qué es importante?
Con el tiempo, el líquido de freno puede perder sus propiedades y absorber humedad, lo que reduce su eficacia y puede provocar fallas en el frenado. Por eso, es fundamental cambiarlo periódicamente para mantener la seguridad y el rendimiento.
Tipos de líquido freno para bici
- DOT: Líquidos a base de glicol, muy comunes y efectivos, pero no compatibles con algunos sellos y pinturas.
- Mineral: Líquidos específicos para ciertos sistemas, menos corrosivos y más amigables con los componentes.
¿Cómo elegir el líquido adecuado?
Revisá el manual de tu bicicleta o el sistema de frenos para saber qué tipo de líquido usar. Usar el incorrecto puede dañar las piezas o afectar el frenado.
Mantenimiento y cambio
El cambio del líquido freno bici debe hacerse cada 6 a 12 meses, dependiendo del uso y las condiciones. Es recomendable hacerlo en un taller especializado si no tenés experiencia.
Consejos prácticos
- Evitar mezclar tipos diferentes de líquidos.
- Almacenar el líquido en un lugar fresco y seco.
- Revisar el sistema de frenos regularmente para detectar fugas o desgaste.
Conocer y cuidar el líquido freno bici es clave para que tu bicicleta frene bien y vos pedalees con confianza y seguridad.