- Mejor protección contra el desgaste y la oxidación.
- Mayor resistencia a temperaturas extremas.
- Excelente lubricación en condiciones de manejo exigentes.
- Precio accesible en comparación con los aceites 100% sintéticos.
- Verificar la viscosidad recomendada por el fabricante del vehículo.
- Elegir una marca confiable que garantice calidad y durabilidad.
- Consultar si el aceite cumple con las especificaciones del motor.