- Precio accesible: generalmente, las camas usadas son más económicas que las nuevas.
- Calidad y durabilidad: la madera es un material resistente que, si está en buen estado, puede durar muchos años.
- Estilo único: las camas de madera usadas suelen tener un encanto vintage o rústico que no se consigue con muebles nuevos.
- Estado de la madera: revisá que no tenga golpes, grietas o signos de humedad.
- Medidas: asegurate de que encaje en el espacio disponible y que sea cómoda para vos.
- Tipo de madera: maderas duras como el roble o el nogal ofrecen mayor resistencia.
- Detalles adicionales: algunos modelos incluyen almacenamiento, cabeceras decorativas o patas reforzadas.