- Calidad y resistencia: materiales de alta durabilidad que soportan el uso intensivo.
- Precisión en el trabajo: control de temperatura y potencia ajustable.
- Versatilidad: modelos para distintos niveles de experiencia y necesidades.
- Accesorios y repuestos disponibles para ampliar su funcionalidad.
- Tipo de soldadura que vas a realizar.
- Potencia y capacidad del equipo.
- Compatibilidad con accesorios y consumibles.
- Presupuesto y frecuencia de uso.