Si buscás confort y ahorro, el sillon reclinable usado puede ser la opción ideal para tu living o escritorio. Este tipo de asiento te permite apoyar las piernas, leer o ver la tele con una posición más ergonómica, sin pagar el precio de un modelo nuevo.

Es un sillón que ya cumplió su función original y se vende en condiciones adecuadas. La clave está en el estado de la tapicería, el mecanismo y la estructura.

• Estado de la tapicería: manchas, rasgaduras, desgaste desigual
• Cojines y espuma: hundimiento, compactación
• Marco y patas: torsiones, grietas, estabilidad
• Mecanismo de reclinado: funciona suave, sin ruidos, palanca o botón correcto
• Medidas: ancho, profundidad y altura para encajar en tu espacio
• Olores: olores de humedad o humo y su posible solución
• Historia de uso y limpieza del vendedor

• Precio más accesible respecto a uno nuevo
• Posibilidad de encontrar cuero auténtico o tapizados de alta gama a menor costo
• Variedad de estilos y marcas, con disponibilidad inmediata
• Posibilidad de evaluar en persona y ver el confort real

• Probá el mecanismo antes de comprar: reclínalo varias veces
• Leé las condiciones de envío o retiro: horarios, peso y facilidad de traslado
• Limpieza básica: aspirar y limpiar con productos adecuados según el tapizado
• Protección: uso de fundas o cubiertas para prolongar la vida del tapizado

• ¿Vale la pena comprar un sillon reclinable usado? Sí, si el estado es bueno y la revisión fue rigurosa.
• ¿Cómo sé si funciona bien el mecanismo? Probalo en persona, mueve el respaldo y la base, verifica que no haga ruidos extraños.
• ¿Qué garantía tengo? Depende del vendedor; preferí ofertas con prueba a domicilio o garantía corta.

Con estas pautas, vos podés encontrar un sillon reclinable usado que combine confort, estilo y precio, y que se adapte a tu espacio sin sorpresas.