- Precio accesible: suelen ser mucho más económicas que las nuevas.
- Variedad: podés encontrar modelos de distintas marcas y estilos.
- Calidad comprobada: muchas sillas usadas están en excelente estado y ofrecen durabilidad.
- Estado general: revisá que no tenga daños estructurales o roturas.
- Funcionalidad: asegurate de que los mecanismos de ajuste funcionen correctamente.
- Comodidad: elegí modelos con buen soporte lumbar y acolchonado adecuado.
- Verificá la reputación del vendedor, preferentemente en plataformas confiables.
- Solicitá fotos detalladas y, si es posible, probá la silla antes de comprar.
- Compará precios y condiciones de entrega para conseguir la mejor oferta.