- Adaptabilidad: Se adaptan a bajas temperaturas y suelos pobres.
- Resistencia: Soportan el viento y las heladas típicas de la región.
- Fácil mantenimiento: Requieren menos riego y cuidados especiales.
- Prepará bien el terreno, eliminando piedras y malezas.
- Esparcí las semillas de manera uniforme.
- Regá suavemente para mantener la humedad sin encharcar.
- Evita pisar el área hasta que el césped haya germinado y crecido unos centímetros.