- Facilidad para lavar y mantener limpia la funda, evitando acumulación de polvo y ácaros.
- Mayor durabilidad del producto, gracias a la protección adicional que brinda la funda removible.
- Versatilidad en la decoración, ya que se puede cambiar la funda según el estilo o la temporada.
- Material de la funda: optá por telas transpirables y resistentes.
- Tipo de relleno: hay opciones de espuma, plumas o fibras sintéticas, según la preferencia.
- Facilidad de lavado: asegurate de que la funda sea realmente desmontable y apta para lavar en máquina.