Los lentes de contacto son pequeñas lentes delgadas que se colocan directamente sobre el ojo para corregir problemas de visión como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Son una alternativa práctica y estética a las gafas tradicionales.
Tipos de lentes de contacto
- Blandos: Son los más comunes y cómodos, ideales para uso diario y para quienes recién empiezan a usarlos.
- Rígidos: Ofrecen una visión más nítida y son recomendados para casos específicos como astigmatismo severo.
- Desechables: Se usan por un período corto y luego se descartan, lo que facilita su mantenimiento y reduce riesgos de infecciones.
- Coloridos: Permiten cambiar el color de los ojos, combinando estética y corrección visual.
¿Cómo cuidar tus lentes de contacto?
El cuidado es fundamental para evitar infecciones y prolongar la vida útil de los lentes. Usá siempre soluciones específicas para limpiarlos y guardalos en estuches adecuados. Nunca uses agua del grifo ni saliva para limpiarlos.
¿Por qué elegir lentes de contacto?
Ofrecen libertad de movimiento, no se empañan ni se mojan con la lluvia, y son ideales para actividades deportivas. Además, son prácticamente invisibles, lo que los hace perfectos para quienes prefieren una apariencia natural.
Consejos para usar lentes de contacto
- Lavate bien las manos antes de manipularlos.
- Seguí las indicaciones del especialista para el tiempo de uso.
- No duermas con los lentes puestos a menos que sean específicos para eso.
- Realizá controles periódicos con el oftalmólogo para cuidar tu salud visual.