Los frascos herméticos son recipientes diseñados para conservar alimentos y otros productos evitando la entrada de aire y humedad. Esto ayuda a mantener la frescura y prolongar la vida útil de lo que guardás.
Características principales
- Cierre seguro: suelen tener tapas con sellos de silicona o goma que garantizan un cierre hermético.
- Material resistente: comúnmente están hechos de vidrio o plástico de alta calidad, aptos para uso alimentario.
- Variedad de tamaños: hay frascos pequeños para especias y grandes para conservas o almacenamiento general.
- Fácil limpieza: muchos son aptos para lavavajillas y reutilizables, lo que los hace prácticos y ecológicos.
¿Para qué sirven?
Son ideales para conservar alimentos como mermeladas, encurtidos, especias, cereales y más. También se usan para organizar la cocina, guardar productos secos o líquidos y evitar olores.
Consejos para elegir frascos herméticos
- Elegí frascos con tapas que cierren bien para evitar derrames y mantener la frescura.
- Si vas a conservar alimentos ácidos o líquidos, preferí vidrio para evitar reacciones químicas.
- Considerá el tamaño según lo que quieras almacenar para optimizar espacio.
- Buscá frascos con materiales libres de BPA si son de plástico para mayor seguridad.
Los frascos herméticos son una solución práctica y eficiente para mantener tus alimentos frescos y organizados, facilitando la vida diaria en la cocina y ayudando a reducir el desperdicio.