Compatibilidad y formato
Un disco duro externo para Mac debe ser compatible con el sistema operativo macOS. La mayoría de estos dispositivos vienen formateados en APFS o HFS+, formatos nativos de Apple que garantizan un rendimiento óptimo y una integración sin problemas. También es posible reformatear discos en exFAT para compatibilidad con otros sistemas.
Velocidad y conexión
La velocidad de transferencia es clave para un disco externo para Mac. Los modelos con conexión Thunderbolt 3 o USB-C ofrecen tasas de transferencia rápidas, ideales para edición de video, diseño gráfico y almacenamiento de archivos pesados. La tecnología SSD en discos externos mejora considerablemente la velocidad en comparación con los discos mecánicos tradicionales.
Capacidad y portabilidad
Las capacidades varían desde 500 GB hasta varios terabytes, permitiendo elegir según la necesidad de almacenamiento. Los discos portátiles son compactos y livianos, facilitando su transporte sin sacrificar espacio. Para usuarios que requieren gran volumen, existen opciones de discos externos de escritorio con mayor capacidad y rendimiento.
Seguridad y durabilidad
Algunos discos duros externos para Mac incluyen características de seguridad como cifrado por hardware y protección con contraseña. La resistencia a golpes y al agua es un plus para quienes necesitan un dispositivo robusto para uso en exteriores o viajes frecuentes.
Compatibilidad con software y respaldo
Muchos discos externos para Mac vienen con software de respaldo automático compatible con Time Machine, facilitando la protección de datos. Además, permiten realizar copias de seguridad incrementales y programadas, asegurando que la información esté siempre actualizada.