Breton, Eluard, Aragon y otros.
La poesía surrealista (Antología).
Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1980. Col. Biblioteca Básica Universal Nº 115. Estudio preliminar de Rodolfo Alonso. Ilustrado. 17 x 12 cm.; 115 páginas. Buen estado. Tapa blanda.
Si nació de las cenizas de Dadá, como lo quería Tristan Tzara, o de una de sus costillas, de acuerdo con Ribemont-Dessaignes; si su alumbramiento puede datarse en 1924 cuando André Breton hizo público el primer Manifiesto surrealista, o sus orígenes se remontan mucho más allá, según lo apuntara el propio gran inquisidor; si todo terminó con la Segunda Guerra Mundial o su vigencia es permanente y en consecuencia, aún hoy se deja sentir la virulencia del movimiento, como lo afirman algunos epígonos enfervorizados; todos estos asuntos requieren sin duda ser puntualizados. Pero el surrealismo pretende sobrepasar -y en buena medida lo ha conseguido- los estrictos límites cronológicos. Históricamente se constituyó en el más revulsivo, polémico e intenso movimiento vanguardista de los muchos que surgieron hacia la segunda y tercera década de este siglo. Los nombres de Breton, Éluard, Aragón y Desnos en poesía -y la lista desde luego podría multiplicarse- son apenas un índice de la magnitud que el movimiento surrealista adquirió en todos los terrenos culturales.
