Qué tienen los piqueteros en la cabeza?
¿Qué quieren los piqueteros? ¿Cortar calles, complicarle la vida al resto, vivir a costa del Estado? ¿Van a las protestas manipulados por sus referentes? Cada vez es más común escuchar opiniones como estas en la esfera pública. Recuperando trayectorias personales muy diversas y reveladoras, este libro muestra cuán poco sabemos de las verdaderas motivaciones que llevan a los piqueteros a incorporarse a una organización y a permanecer en ella a lo largo del tiempo incluso si no siempre coinciden con su linea politica y si a duras penas les permite sustentar a sus familias.
A partir de una investigación con foco en la vida cotidiana de los y las militantes de base, Marcos Pérez nos cuenta que muchos usan su activismo no para evitar el trabajo duro, sino para recrearlo. El atractivo de la participación radica, justamente, en que conlleva costos y sacrificios. En un contexto de desindustrialización y desempleo, la mayoría ingresa a un movimiento por necesidad, venciendo sus propios prejuicios y sentimientos de vergüenza. Lo que varios encuentran alli es la posibilidad de reconstituir las rutinas perdidas del empleo asalariado en las fábricas y el sentido de consistencia y respetabilidad asociado a lo que consideran más valioso: el merecimiento debido al esfuerzo, la autodisciplina, el cumplimiento responsable de horarios y tareas. Si los hombres garantizan la seguridad en el barrio y las manifestaciones, o trabajan en la construcción, las mujeres sostienen comedores, guarderías y talleres de costura o de cocina. Y todos están atentos a la puntualidad, el ausentismo, la productividad.