Ángel Eduardo Speroni incita desde el prólogo a jugar con cada una de las notas musicales que marcan sus Cuentos en Escala.
"El juego es una actividad imaginativa que tiene un fin en sí misma y que representa una ficción en el mundo de la realidad."
Pero puede ser peligroso jugar en Do y oír el mismo sonido que se repite, tal vez en otro lugar muy conocido. O meterse en cierta casa donde se siente el vuelo mágico de toda vida humana cuando es humana porque hay también felinos, que transitan, observan y comen. Hay también personajes que construyen con bloques de odio, rebeldes rotuladores que intentan cambiar algunas letras encendiendo pequeñas luces de alerta, mientras aparecen las búsquedas, el mañana, el amor en Sí.