La jeringa aguja tuberculina es una herramienta esencial en el ámbito médico, especialmente diseñada para administrar dosis precisas de medicamentos o realizar pruebas cutáneas. Su tamaño compacto y aguja fina permiten una aplicación casi indolora, ideal para pruebas de tuberculosis y otras inyecciones intradérmicas.
¿Querés saber qué características tiene? Estas jeringas suelen venir en diferentes capacidades, pero la más común es la de 1 ml, perfecta para dosis pequeñas y controladas. La aguja, generalmente de 27 a 30 gauge, es muy fina, lo que minimiza el dolor y la incomodidad en el paciente.
Además, muchas jeringas aguja tuberculina son desechables, garantizando higiene y seguridad en cada uso. Son fáciles de manejar, con un diseño ergonómico que permite un control preciso durante la inyección.
¿Para qué se usan? Principalmente, para pruebas diagnósticas como la tuberculina, pero también para administrar vacunas o medicamentos en dosis controladas. Es importante elegir una jeringa de buena calidad para asegurar precisión y evitar complicaciones.
En resumen, si buscás una herramienta confiable para inyecciones intradérmicas o pruebas cutáneas, la jeringa aguja tuberculina es la opción indicada. Su diseño pensado para la comodidad y seguridad la convierte en un elemento imprescindible en cualquier consultorio o laboratorio.