- Mejor disolución en líquidos, ideal para batidos y chocolates calientes.
- Sabor más suave y menos ácido, que resalta en recetas dulces.
- Color más oscuro y uniforme en las preparaciones.
- Mayor compatibilidad con ingredientes ácidos como el bicarbonato o el polvo para hornear.
- Verifica la calidad del cacao, preferiblemente de origen controlado y certificado.
- Opta por presentaciones sin azúcar añadida si buscás un producto más versátil.
- Considera la intensidad del sabor, que puede variar entre suave y fuerte.